Existen ciertos dispositivos que se han convertido en indispensables en cualquier hogar que disponga de niveles mínimos de confort. Escoger una caldera adecuada resulta indispensable para disfrutar de agua caliente sanitaria y calefacción, servicios básicos que cualquier casa necesita.
La caldera, a diferencia de otros elementos para climatización, suele extender su uso a lo largo de todo el año. El primer paso para acertar eligiendo caldera es conocer cuál será su uso y si interactuará con otros sistemas.
La caldera adecuada para cada hogar
Ciertos modelos están destinados únicamente a dar servicio de calefacción y otros también incluyen agua corriente sanitaria (ACS). Si hay instalados, o se instalarán, determinados puntos de calor o sistemas de alimentación también convendría comprobar su compatibilidad.
El siguiente punto para una elección correcta de la caldera será determinar la potencia necesaria para un óptimo servicio. Acertar con la potencia permitirá el consumo eficiente de energía y variará según los m2 de la vivienda.
Si es inferior a la necesaria, además de un mal servicio, se producirá un excesivo consumo y disminuirá su vida útil por trabajar de manera forzada. En cambio, escoger una caldera de mayor potencia supone un mayor gasto de energía, por lo que habría que valorar si se compensa con el grado de confort.
Otro factor influyente al decantarse por una caldera es el combustible que le servirá de alimentación. Será determinante la disponibilidad de suministro de gas natural en la zona, de no haberlo se debería instalar un tanque de combustible.
Es posible apostar por otras opciones de alimentación que optan por fuentes de energía alternativas, limpias y de origen natural. En este bando se encuentran la aerotermia, que funciona mediante bombas de calor, y la biomasa.
Tener en cuenta el tipo de instalación también ayuda a elegir la caldera idónea para cada casa. No será lo mismo realizar una instalación completamente nueva o renovar una caldera que trabaje con componentes antiguos.
Es importante considerar las prestaciones necesarias para que su funcionamiento resulte satisfactorio. Incorporar tecnologías como la microacumulación para dar servicio de ACS más rápidamente mejorará los niveles de confort. En el caso de instalaciones con más de un baño o utilicen agua caliente simultáneamente en dos zonas distintas es conveniente utilizar calderas más potentes.