El correcto mantenimiento de los equipos consigue alargar su vida útil y optimizar su funcionamiento, lo cual supone un ahorro de dinero y esfuerzo. Por eso, existen varios consejos para el mantenimiento de una caldera que todo el mundo debería conocer.
Algunos de ellos dependerán del tipo de caldera que se tenga, ya sea de gas, biomasa, eléctrica o de gasoil. No obstante, sin importar el que sea, un mantenimiento adecuado y a tiempo aportará todos los beneficios y minimizará riesgos de avería o mal funcionamiento.
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Consejos para el mantenimiento de una caldera
1. Revisar llamas y ventilación
A la hora del mantenimiento de la caldera, hay que fijarse tanto en el color como en el estado de las llamas del quemador. Una llama “saludable” es azulada, pero de un tono azul fuerte. Es importante fijarse en que no existan olores ni humo.
Si es amarilla o con aspecto ahumado es señal de que puede existir un problema, y por tanto será hora de llamar al técnico.
Más allá del tipo de caldera, todas deben contar con una buena ventilación, y el suficiente perimetral que indique el fabricante. Éste deberá estar totalmente despejado y limpio, sin objetos que obstaculicen el acceso a ella o la ventilación.
2. Comprobar los termostatos y la presión
Uno de los consejos para el mantenimiento de una caldera que se deben seguir es la comprobación regular de la presión y de los termostatos. Ya que los valores y la presión es algo que puede variar con el tiempo y puede darnos pista de un mal funcionamiento.
La presión normal en frío de una caldera está entre 1 y 1,5 bares. Al ponerse en marcha, la presión aumenta apenas un poco y al enfriarse volverá a su presión normal.
Otra cosa que se debe verificar es que el circuito de la caldera esté lleno de agua y las llaves de salida y retorno de la calefacción abiertas. Además, se tiene que revisar el indicador para saber que presenta los valores adecuados. De no ser así, hay que meter más presión o llamar a un técnico si se considera que no se puede resolver el inconveniente con el manual de instrucciones del aparato.
Los termostatos, por otro lado, deben tener la temperatura regulada: el de regulación de la caldera a 70° C y el de ambiente a 20° C.
3. Radiadores purgados
Más allá del propio equipo, otro de los consejos para el mantenimiento de una caldera es revisar adecuadamente la instalación, por ejemplo, si alguno de los radiadores hace ruido es que es hora de purgarlo. Para ello, con la calefacción parada, se abrirá la llave del radiador para que expulse el aire hasta alcanzar los 1,5 bares de presión.
Aunque no hagan ruido, al menos una vez al año antes de empezar a usar la calefacción se deben purgar los radiadores de la instalación. Gracias a esto aseguraremos que tanto la caldera como los radiadores sigan funcionando correctamente y evitar averías inesperadas.
4. Revisiones y mantenimiento
Esto es muy importante, tanto las inspecciones como las revisiones el mantenimiento son indispensables para que la caldera funcione en óptimas condiciones.
El mantenimiento periódico extiende la vida útil del equipo y consigue que funcione correctamente. Gracias a esto se logrará evitar averías y reducir el consumo energético del aparato.
Las revisiones las hace un técnico debidamente cualificado, y estas se hacen cada 1 o 2 años. Son obligatorias por ley, tal y como ordena la normativa RITE, y aseguran que la caldera esté a punto y de que funcione correctamente. Para garantizar un perfecto funcionamiento de tu equipo y cumplir con la normativa vigente, puedes contratar uno de nuestros planes de mantenimiento para calderas, infórmate sin compromiso.
Con estos consejos para el mantenimiento de una caldera lograrás que la tuya esté en perfectas condiciones por mucho más tiempo.